El Colegio Americano de Medica del Deporte – ACSM, establece:
La participación activa de las mujeres en actividades físicas de carácter aeróbico y anaeróbico, disminuye los efectos secundarios de los tratamientos contra todo tipo de cáncer.
Investigadores señalan que, siempre se va a relacionar a la actividad física en los procesos preventivos y pos operatorios después de haber sido prescrito el cáncer de mama; por ejemplo, Holmes et. al., (2021) señalan que, una vez que ha sido diagnosticada la enfermedad, la actividad física tiene una enorme influencia en la mejora del estilo de vida.